El sabor de las aceras de sábado,
el olor de un invierno demasiado caluroso,
el sonido de las ventanas abiertas al sol,
alfombras, pavimento, yerba, arena.
Cafeterías abarrotadas,
tus calles desiertas, sin ti,
días, siempre, lluviosos,
caricias, besos, abrazos, despedidas.
Papel mojado al sol,
miradas escondidas en soportales,
sonrisas abiertas de par en par,
legajos, letras, poemas, canciones.
El dolor de los lunes,
la insoportable levedad del adiós,
coches furiosos, sin ti,
conciertos, cines, sofás, mantas.
Vecinos con prisas,
conversaciones a contraluz,
empujones en las escaleras,
viajes, llegadas, taxis, metros.
Incendios provocados,
pirómanos con cara amiga,
sexo sin amor, contigo,
valles, montes, lenguas, sábanas.
El gusto de las casas ajenas,
el aroma de mis secretos,
la resonancia de las lágrimas,
portazos, cerrojazos, gritos, cristales.
Es todo lo que puedo dejarte.