El bar cerraba sus persianas
mientras salíais como bandidos
escapando del atraco
con los cuellos en alto y las gafas de sol.
“Ella es el rock and roll”
-pensabas buscando un cigarrillo-
Su mirada encontró tu tabaco,
encendió el mechero y sonrió
de aquella manera
que te arranca de los espejos
adelanta el tiempo
y te borra de los calendarios.
El bar cerraba sus persianas
ella seguía a tu lado
mirándote encender el cigarro
con sus pequeñas manos heladas
mensajeras de la luz más cálida.
“Ella es la última canción”
-pensabas alargando el momento-
su sonrisa
anticiclón invernal
se reflejaba en tus gafas.
El bar cerraba sus persianas
y sabías que lo ibas a dejar todo
por ese trocito de calor.
Todo.