¿Has sentido aquella punzada de soledad?
La de las noches sin cenas,
la de los paseos
y las compras
mirando en las estanterías
productos a punto de caducar.
¿Sí?
Es tu corazón
que pide paso.
¿Has sentido aquella punzada de soledad?
La de las noches sin cenas,
la de los paseos
y las compras
mirando en las estanterías
productos a punto de caducar.
¿Sí?
Es tu corazón
que pide paso.