La imagino desnuda
estas noches de calor.
Sé que no es un delito desear saborearla
como un helado de limón
con esa canela afrodisíaca
que me dispara las perversiones
y congela el aire acondicionado.
La imagino
sí
muy desnuda
tanto que el sol se esconde en mi cama
avergonzado de tanta luz
deseando
como yo
extender sus dedos desde los párpados a los pies
con una parada técnica en sus pechos
cintura
y caderas.
La imagino desnuda
porque es lo único que me queda
en este exilio de palabras hiladas
en este juego del gato y el ratón
esperando que me cace
y me deje saborear su esencia de limón
y canela.
Me gusto, la combinacio del helado con la de su cuerto. Saludos poeta.
Gracias por el comentario. Espero verte más por aquí 😀