Dadme horas de soledad,
caminos sin vallas y zapatos para olvidar,
dadme vuestra cama caliente y nanas para dormir.
Conduzco rumbo a casa,
conduzco para mi,
son las 4 de la mañana y no quiero dormir.
Siempre ha sido tan divertido caminar en la oscuridad,
pero dadme luz,
dadme cielos azules y zapatos para perder.
Conduzco rumbo a casa,
conduzco para huir,
son las 4 de la mañana y quiero correr.
Dadme poesía borracha,
acequias secas y regatos de amargura,
dadme vuestros besos calientes y abrazos para dormir.
Conduzco rumbo a casa,
conduzco para mi,
son las 4 de la mañana y no amanece.
Dadme amaneceres de promesas,
oscuridad sin dolor y abrigos para el invierno,
dadme aquello que ocultáis y secretos para dos.
Conduzco rumbo a casa,
conduzco para huir,
son las 4 de la mañana y el invierno no arde.