Soy un personaje
y me salgo de este 2019
eterno y convulso
fugaz y siniestro,
libre,
libre,
libre de todo lo que me ata.
Me siento en mi desván,
cierro los armarios,
aquellos que esconden esos cadáveres
frescos,
todavía calientes
con todas las dudas de mis noches;
y repaso la cartilla de los días
que fueron encrucijadas.
Cierro el álbum con fotos
amarillas
por el paso de 365 sueños,
ajadas por aquellas promesas,
cogiditas en una servilleta,
que nunca llevé a buen puerto.
Soy un personaje
y me salgo de este 2019
con orgullo y dignidad.
Me patearé la siguiente parada
2020.
Saboreo sus promesas:
eternas y convulsas,
fugaces y siniestras.
Libre,
libre,
libre de todo lo que me ata.
Dos
cero
dos
cero.
Cómete esas uvas
y sonríe esta noche
cuando pienses en el futuro
que te espera,
en tus mejores episodios.
Dos
cero
dos
cero.
Brinda con cava
-o champán-
y sonríe en ese momento
cuando descubras que tu futuro
pertenece a tus manos
corazón
y piernas.
Dos
cero
dos
cero.
Besa a quienes más quieres
y sonríe esa noche
cuando saborees tu momento,
el que se anida en tus ojos
y en tus labios.
Aquel que tiene tu nombre.
Y el de nadie más.
Aquel que no te podrán arrebatar.
2
0
2
0
Sonríe.